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0El Mercurio: Los padres que comparten las tareas domésticas influyen en las ambiciones de sus hijas
Artículo en prensa: Los padres que comparten las tareas domésticas influyen en las ambiciones de sus hijas
EL MERCURIO
Autora: Camila Sandoval C.
Los padres que comparten las tareas domésticas influyen en las ambiciones de sus hijas
Que se involucren en la crianza tanto como las madres es clave para que las niñas tengan mejores expectativas laborales, personales y sociales a futuro.
CAMILA SANDOVAL C. «Los papás que son más igualitarios tienen hijas que son tan propensas a jugar con muñecas Barbie como con Transformers», dijo el investigador y psicólogo de la Universidad de British Columbia Toni Schmader, en la reunión anual de la Sociedad de Personalidad y Psicología Social de EE.UU., que se realizó la semana pasada.
Schmader se refería a las conclusiones de su estudio que aborda cómo el comportamiento del padre, orientado a la equidad de género, puede ser heredado por su hija. Uno de los factores principales sería predicar con el ejemplo. Es decir, que ambos padres se dividan igualmente las tareas domésticas del hogar. Así, la investigación sugiere que las niñas ven en sus papás un ejemplo de lo que se espera de las mujeres en la sociedad actual.
Luego de entrevistar a 360 niños y niñas, les preguntaron a sus respectivos padres sobre los estereotipos de género y sobre cómo se dividían las labores de la casa.
Los resultados mostraron que algunas madres, pese a trabajar igual que el padre, asumen la mayor parte de las tareas domésticas, una actitud que también se reflejaba en sus hijos hombres. En cambio, cuando el padre tenía actitudes más igualitarias en el hogar, influenciaba positivamente el comportamiento de sus hijas, quienes tenían deseos de ser exitosas y con ambiciones laborales futuras.
Igualdad puertas adentro
«Actuar con equidad de género no sólo se practica con tareas domésticas; además, los padres deben involucrarse en la crianza de sus niños activamente, en las mismas condiciones que la mamá», dice Francisco Aguayo, psicólogo investigador de paternidad. Así, cocinarles, cambiarles pañales, bañarlos y vestirlos son ejemplos de conducta igualitaria que traerá múltiples beneficios a la niña cuando crezca.
Por ejemplo, serán mujeres capaces de cuestionar lo que les parece injusto, podrán desenvolverse mejor en el trabajo porque se sentirán empoderadas para crecer profesionalmente, ya que se verán igual a los hombres.
«Cuando en los hogares funcionan con un padre ausente y autoritario, la lógica machista se impone y se ve a la mujer como servidumbre. Este mensaje es tan potente que inhibe la confianza y las capacidades de la niña», dice Raúl Carvajal, psicólogo de la Clínica Santa María. En cambio, cuando hay un padre que colabora con la madre, existe una igualdad legítima que se impone, entonces las niñas crecen pensando que deben ser tratadas igual que los hombres.
En el ámbito personal, también hay consecuencias positivas de crecer en un entorno más igualitario. «La niña sabrá elegir mejor su pareja. Una niña que ha vivido en un entorno machista tiene dos posibilidades: elegir un machista igual al papá o un hombre débil que pueda controlar. Ninguna de las dos opciones es buena», agrega el psicólogo Carvajal.
En cambio, una niña que ha crecido en un entorno igualitario tendrá más opciones de tener una relación sana con un compañero igual a ella, donde compartan opiniones en conjunto, explica.
«Los padres deben comprender que su rol implica mucho más que proveer dinero o jugar con sus hijos. Y esto se aplica también a padres separados», dice Aguayo.
Cualquier edad de la niña o el niño es ideal para comenzar a inculcar este tipo de valores.
«El papá no necesita tener un discurso al respecto, se debe vivir de esta manera. No temerle a agarrar la escoba igual que la mamá», declara Carvajal.