| by faguayo
0Columna: Sucede que me canso de ser hombre. Sobre masculinidades y salud mental.
COLUMNA | Sucede que me canso de ser hombre
Francisco Aguayo F. 17 Enero, 2019. The Clinic
Los hombres se hacen los fuertes pero son vulnerables como cualquier ser humano. Se cansan de ser hombres. Se estresan. Se deprimen. En el límite, cometen suicidio. Según la última encuesta nacional de salud uno de cada diez hombres presenta indicios de depresión en el último año y 1,7% reporta ideación de suicidio. En nuestro país 82% de quienes cometen suicidio en Chile son hombres (Larraín y Lobos, 2017).
Algunos de los antecedentes de los problemas de salud mental en los hombres se encuentran en las condiciones de vida actuales. Precariedad o inestabilidad laboral, trabajos poco decentes, alto endeudamiento. El 30% del empleo en Chile es de tipo informal desprotegido, el 60% de los hogares está endeudado con bancos o casa comerciales (BancoCentral, 2018).
Por otra parte algunos grupos de hombres ven su salud mental más amenazada por exclusión, discriminación o violencia como los pobres, los migrantes, los indígenas, los hombres de la diversidad sexual, los que han sufrido abuso sexual o bullying.
Otros antecedentes dicen relación con lo que se espera de los hombres, como viven la masculinidad. La hombría en nuestra cultura se asocia a fortaleza, a potencia, a aguante, a invulnerabilidad. Por ejemplo en la retórica de las empresas se busca tolerancia a la frustración, capacidad de trabajo bajo presión, disponibilidad para jornadas largas.
Para algunos hombres la paternidad también puede llevarlos a una crisis. Estudios recientes muestran que uno de cada diez padres sufre de depresión pos parto. A menudo por las ansiedades y presiones que sienten en este nuevo escenario. Proveer económicamente es todavía visto por muchos como su gran responsabilidad en el hogar y la precariedad laboral es una barrera para cumplir con ello.
En algunos estudios se ha encontrado que la adhesión a normas tradicionales de masculinidad se asocia con peores resultados en salud mental tales como mayor riesgo de depresión o suicido y actitudes poco favorables hacia la ayuda psicológica (Milner et al., 2018). De este modo las creencias machistas pone en mayor riesgo de tener depresión. Y cuando se ha entrado en una crisis hace más difícil pedir ayuda o salir de ella.
Tradicionalmente los hombres han tenido dificultad para lidiar con sus emociones. Les cuesta identificarlas y expresarlas. Cuando están en crisis la rabia les sale fácil, andan irritables, mal genio, enojados. Buscan refugio en el alcohol ahogando las penas. Muchos hombres con depresión dicen que están estresados. Otros camuflan el desánimo como desmotivación.
La depresión en hombres es silenciosa. Cuando ellos sufren la procesión suele ir por dentro. Son reacios a compartir su malestar. Les cuesta compartir sus frustraciones con amigos incluso con su pareja. Les cuesta reconocer cuando están en crisis, cuando hacen agua, cuando topan fondo.
Los hombres se resisten a acudir a los servicios de salud mental cuando tienen depresión. Pedir ayuda lo ven como un signo de debilidad. Muchos hombres que padecen depresión nunca llegan a recibir tratamiento a apoyo especializado. Si piden ayuda lo hacen cuando están al límite o presionados por su familia.
Es un avance muy importante cuando algunas figuras públicas se atreven a compartir que han pasado por una depresión tal como hizo Cristián Sánchez. También que se hable sobre la salud mental masculina cuando un hombre público se suicida, como Anthony Bourdain. Cualquiera se puede deprimir y si se padece en secreto todo se hace más difícil.
El primer paso para salir de una depresión es reconocer que se está pasando por una crisis y que se necesita ayuda. Es importante que las redes cercanas sean comprensivas, apoyadoras y que promuevan la búsqueda de ayuda cuando no se está pudiendo salir solo.
No se trata de victimizar a los hombres. Se trata más bien de poner sobre la mesa sus necesidades en salud mental –son la mitad de la población- y preguntarnos porqué se investiga tan poco sobre esto, porqué hay tanto estigma con el sufrimiento en salud mental, y porqué no hay políticas de salud mental integrales que consideren los aspectos culturales involucrados tanto en la construcción del malestar subjetivo como en las barreras existentes para una atención de calidad.
Fuente: https://www.theclinic.cl/2019/01/17/columna-sucede-que-me-canso-de-ser-hombre/
Francisco Aguayo F. Investigador en masculinidades. Psicólogo. Psicoterapeuta. @fcoaguayo